Nos amamos por toda la vida………..

Cuando nací el estuvo allí, fue de los primeros en llegar , no recuerdo cuando fue el día en que lo conocí , desde siempre estuvo a mi lado, nos vimos y nos amamos a primera vista.
Mi abuelo y yo siempre fuimos un solo corazón desde el primer día, en cada recuerdo de la infancia está él.
Era un hombre de muy pocas palabras, y el contacto físico básico, pero sin hablar me demostraba el inmenso amor que sentía por mí, quedó viudo cuando yo tenia 5 años y desde ahí en adelante nos convertimos en compañeros inseparables. En primavera a la tarde salíamos a dar una vueltita antes de tomar la leche caminábamos por el barrio y él me contaba cosas de cuando era chico y yo hablaba como una cotorra de las cosas que hablan los chicos esos paseos eran un momento que sólo compartíamos él y yo. Mirabamos los jardines del barrio, íbamos a una casa que tenia una enredadera de Pasionaria ( es una planta que da un frutito comestible que se llama Burucuyá) a buscar los frutitos que sabía me gustaba.
Cuando empecé la escuela me llevaba todas las mañanas y como era muy temprano y yo lloraba por el frío, el calor, el sueño o el tema del día no quería desayunar , entonces él me consentía y me preparaba una mamadera de café con leche para que llevara algo caliente en la panza, con papel me envolvía unas galletitas y me las ponía en el bolsillo del guardapolvo para que en el recreo tuviera algo para comer y convidar a alguna amiguita.
Al segundo año ya iba de tarde , pero la mamadera de café con leche siguió marchando todas las mañanas hasta que nos descubrió mi papá y se pudrió todo , ya que para él yo era grande y era una vergüenza que estuviera tomando mamadera a los 8 años….pero mi abuelo y yo sabíamos que eso no era una vergüenza, el sentía que consintiéndome me demostraba lo mucho que me quería, siempre estaba atento a lo que me gustaba , me compraba caramelos en la feria, la fruta que me gustaba, me hacía mi sopita de arroz, polenta con carnecita frita ... en una palabra, me daba todos los gustos. En verano me llevaba de vacaciones lo bien que la pasábamos siempre …….Cuando me caía estaba ahí para sanarme , cuando se separaron mis padres, fue la piedra a la que pude aferrarme en la desorientación de ver que mi familia se derrumbaba.
Cuando fue más viejo fui su compañera más que nunca , lo acompañaba al médico , a cobrar la jubilación, le escribía las cartas para enviar a sus amigos y parientes……… pasamos todo una vida juntos, solo bastaba mirarnos y saberlo todo el uno del otro, se fue a los 86 años , ya hace 22 años , pero sigue viviendo en mi corazón y mi recuerdo , por eso hoy quería contar esta parte linda de mi vida y compartirla………..

Comentarios

Virginia Prieto ha dicho que…
un post entrañable y emotivo vesper...
que suerte que él estuvo ahí para vos y vos para él
fue brújula, motor y corazón y, de alguna manera, lo sigue siendo
beso
Alicia's Own ha dicho que…
Qué lindo que pudiste estar tanto tiempo con él.

Con mi abuelo, el único que conocí, sólo estuve 10 años y es increíble, se extraña.
Unknown ha dicho que…
hermosa historia, qué linda tus palabras.
Anónimo ha dicho que…
Qué lindo es tener tener abuelos con uno! El mío paterno era muy viejito, pero lleno de historias de vida hasta sus 97, el materno fue mi compañero, cómplice y amigo. Ambos siguen conmigo siempre. Gracias Vesper por tu post que me los actualiza una vez más! Beso grande. Juan Manuel
Verónica Molina ha dicho que…
Qué linda tu historia, Vesper! ¿Por qué será que siendo tan chicos nos quedan grabados todos esos recuerdos sobre comidas, mamaderas y galletitas en el bolsillo? Seguramente para los adultos que realizan esos gestos de cariño con nosotros, esos detalles son solamente eso, detalles, pero para nosotros se trata del mundo que nos define.

Mi abuelo me llevaba todas las semanas en subte hasta Plaza de Mayo y entraba a un barcito conmigo. Siempre el mismo lugar. Pedíamos un café grande para él y una "lágrima" chiquita para mí. El asunto venía con un montón de amarettis... y yo nunca, nunca nunca me sentí "tan grande e importante" como en esas ocasiones, Vesper... todavía me acuerdo de la sensación. Yo tenía cinco o seis años, ponele.

Besos gigantes, nena. Lindísimo post.
Anónimo ha dicho que…
Qué relato tan emotivo y que demuestra una parte muy tuya!
La presencia de los abuelos siempre es algo fuerte y necesaria.
Qué bueno que puedas mantenerlo en el mejor de los recuerdos!

Besos, Vesper
Vesper Lind ha dicho que…
Ayyyyy gracias a todos por los comentarios!que suerte que les gustó la historia, para mí es uno de mayores tesoros: el recuerdo del amor de mi abuelo.
Tal como dice Vir es una gran suerte que tuve el poder disfrutar de él.
Vero : Viste que raro como uno recuerda esas cosas pequeñas como un mundo!lo bueno es darse cuenta de cuan importantes son para un chico y poder tomarse ese tiempo para hacerlo siempre sabiendo que quedará un recuerdo de amor imborrable! No eran cualquier galletita, eran las galletitas envueltas en papel y puestas en mi bolsillo por él ........

Y cuando nos íbamos a Mar del Plata siempre íbamos a comer al mismo lugar que había menues por día pero todos empezaban con la sopa de arroz ¡amo la sopa de arroz!, esas rutinas son hoy día un elemento primordial en mi vida...

Bueno amiguísimos dejo acá porque me pongo a llorar!!
Cariños a todos
Sole Coul ha dicho que…
que lindo!!! emocionante relato... te felicito por cuidar a tu abuelo de esa manera.. ellos nos cuidan cuando somos pequeños, y cuando crecemos la responsabilidad sobre ellos es nuestra. Muchos, como vos y yo, los ayudamos con placer. El amor d un abuelo es impagable.

Un beso

http://limonworld.blogspot.com/
Milenius ha dicho que…
Qué lindo que es tener abuelos. El mío era parecido al tuyo... Supongo que en algún punto todos se parecen: nos consintieron, nos mimaron a su manera (el mío tampoco era muy demostrativo físicamente), estuvieron ahí.
Muy bonito relato, Vesper.

besos.
Anónimo ha dicho que…
Que lindo recuerdo de tu abuelo!!!!
yo tengo algo muy parecido de mi abuela, y a veces hoy, 21 años despues que se fue, todavía la extraño. Se que tuve abuela hasta muy grande, tenía como 32 cuando murió y fue un lujo.

Un beso

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