Las cosas no pasan hasta que pasan…

    Parece mentira que yo que soy de Boca esté escribiendo este post lamentando que River se haya ido al descenso, y es así , lo lamento de verdad , porque no es menor pensar todas las consecuencias negativas que arrastra este descenso, empezando por la gente que seguramente quedará sin empleo ya que estando en la “A” hace un par de meses que no pagaban algunos sueldos, es de imaginar que con el dinero que entre estando en la “B”, tampoco alcanzará.


Es lamentable que los hinchas estén tan tristes , es lamentable que amigos de años el domingo se hayan peleado por el partido , que nos hayan arruinado el domingo a todos , que hayan roto todos los negocios de la Av. Libertador por una bronca estúpida que no arregla nada , que siendo de Boca nos hayan roto el yin y yang , ahora solo quedamos uno de los dos, que ya no haya superclásico y tengamos que inventar un nuevo archirrival … en serio todo es muy lamentable, creo que nunca se tuvieron en mira las consecuencias de todo esto, como hincha de Boca, no voy a mentir , me gustaba que pierda River, pero no imaginé que esto iba a pasar …. Pero está pasando.

Haciendo un paralelo con cualquier situación de la vida ( no puedo evitarlo)  , me da escalofríos  pensar que sabiendo que se viene una debacle, uno sin darse cuenta queda como anestesiado ( sin saber que hacer para detenerla) y vé como todos los sucesos se van presentando y los mira como una película pensando que al final algo mágico puede / tiene que ocurrir para sacarnos de semejante brete, pero hay situaciones en que el suceso mágico no se presenta y lo qu eno se hizo en su momento , no puede hacerse despues como para repuntar ,  uno se va a parar a los caños en una espiral hacia abajo que parece no tener fin , cuando de haber tenido un poco de prevención y responsabilidad podría haber evitado , es como dice Juan Manuel Bulacio , “la vida es como el fútbol”  http://juanmanuelbulacio.blogspot.com/2011/06/no-entender-el-futbol-es-no-entender-la.html, porque son los actos de uno los que provocan estos tragos amarguísimos de pasar , después de la caída el trabajo y el esfuerzo para levantarse no es menos del doble , es un ejemplo muy triste de que las cosas no pasan hasta que pasan…nadie está exento

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Es así como decis, no creemos que las cosas vayan a pasar hasta que pasan, y quizas cuando pasan nos preguntamos porque a mi??? pero, la vida es asi... no pide permiso para las cosas buenas, tampoco para las malas, uno puede de alguna manera construir la base sobre la que pasen las cosas buenas pero hay que saber que siempre, no importa en que ámbito de la vida estemos parados, existe mucho que no depende de nosotros, para bien o para mal.
Y hablando de futbol, tampoco creo que sea bueno creerse que se tiene un espacio atado, por mucho que les duela a algunos.
No sabia que eras de boca!

Beso
Marcelo Cafferata ha dicho que…
Soy uno de los tantos que a veces con situaciones desbordantes remo en el dulce de leche pegajoso pensando que voy a salir cuando todos, absolutamente todos, desde afuera me alertan de lo inutil de seguir gastando energia en algo que no tiene arreglo. A veces no remo, pero espero que venga un hada madrina (digo, lugar común, podría venir un elfo, el mago del Sr. de los Anillos, quien fuera) y acomode un poco el panorama. Y tampoco pasa.

Lo que no se entiende es la furia desmedida de los hinchas porque el milagro no se produjo, porque las cosas no salieron como era de esperar -por ellos-, que en la radio haya escuchado que uno "está preparado para perder un padre, un abuelo, hasta que un hijo te entierre, pero uno no está preparado para ver a River en la B" y cosas del estilo.

Exagerados, sobredimensionados, asi de pasionales somos y así muchos de nosotros vivimos algunos de los momentos de nuestra vida. No me gusta el fútbol, me interesa poco y nada, pero el link que hiciste con la vida real SI me interesa y mucho.
Tengo que aprender a vivir esos momentos en la "B", esos que justamente te pone el KArma para que les saquemos provecho, porque ahí, desde más abajo es muchas veces donde mas se aprende.
Vesper Lind ha dicho que…
Yo creo que todos tenemos ese momento en que esperamos ser salvados por la campana, se cuenta la leyenda de que hay cosas que no pueden sucederte y que a último momento serás salvado, bueno ... no es mas que eso una leyenda, cuando estas al horno te rostisas y sería una buena regla nemotecnica el pensar que cuando se siente ese cosquilleo de "metengoquesalvar" es el momento preciso en que hay que supercargarse las pilas para hacer algo de verdad que nos haga safar, porque la magia esperada hará una espera en vano...
Verónica Molina ha dicho que…
Lo increíble de esta "debacle" de River es que funcionó sobre el esquema mental que tenemos sobre el tema casi hasta el último minuto del partido: "River no puede perder, no se puede ir a la B". Por eso la caída es tan tremenda.

El Titanic no se podddía hundir, eso era evidente, y sin embargo...

Tal vez el orgullo de saberse para siempre dentro de la "A" hizo, por otra parte, que el juego fuese más limpio. Porque estoy segura de que si por un momento los dirigentes del Millonario hubieran pensado que se podían ir al descenso, habrían arreglado el partido. Y no lo hicieron. Pero no por su prístina moral, intuyo, sino porque jamás pensaron en necesitarlo.

De algún modo, nuestros propios prejuicios caen y nos damos cuenta de lo que decís, justamente: las cosas no pasan, hasta que pasan. Incluso lo imposible.

Beso grande, Vesper!
Juan Manuel Bulacio ha dicho que…
Gracias Vesper por citarme! Muchas cosas raras se vieron alrededor de este tema, y ya que resulta tan sobrecargado no está de más sacarle algún provecho por analogía, no?
Un beso grande!

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